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El jueves 7, en La Sexta, final de la segunda temporada de ‘Prison Break’

Si en la primera temporada, el tenaz Michael Scofield (Wentworth Miller) luchaba a contrarreloj por sacar a su hermano Lincoln (Dominic Purcell) de la cárcel, en los nuevos capítulos su lucha por llegar a Panamá ha sido una odisea. Con una media de 700.000 espectadores, la serie emblema de La Sexta agota el jueves 7 su segunda entrega. Ya en Fox TV (Digital+) habrá que esperar al lunes 11, a las 21.30 h, para ver el desenlace. El final se traduce en un doble capítulo que, según su creador, Paul Scheuring, “resuelve prácticamente el destino de sus protagonistas”. Con el implacable Mahone (William Fichtner) pisándoles los talones, los hermanos llegan a Panamá, donde los espera un barco para huir. Pero las circunstancias y T-Bag (Robert Knepper) interfieren de nuevo en sus planes. “A Michael, la estancia en la cárcel lo cambia por completo. Sabe que por su culpa mucha gente ha fallecido, y no está dispuesto a que un tipo como T-Bag ande suelto. De ahí que, antes de completar su huida, decida capturarlo”, explica Miller. Mientras, Sara (Sarah Wayne Callies) se juega su futuro en un juicio que, gracias a un testigo inesperado, se resuelve a su favor. “El atractivo de esta serie es su capacidad para sorprender. De hecho, en el último episodio, y en apenas unos minutos, lo que parecía un final feliz se torna en tragedia”, dice Scheuring.


Un futuro incierto
En una nueva vuelta de tuerca, los caminos de Michael y Sara vuelven a encontrarse, esta vez en Panamá. Tras quedar absuelta de todos los cargos, ella va en su busca. Pero en esta ocasión, quien se cruza en su camino es el malvado Bill Kim (Reggie Lee). Harto de que Mahone no consiga dar con los hermanos, y presionado por La Compañía, Kim decide acabar él solo el maldito trabajo. ¿El desenlace? Un nuevo asesinato y Michael y Sara otra vez acorralados. Y, por lo tanto, su particular historia de amor queda en el aire. “La relación entre los dos personajes parece un amor imposible. Ella está enamorada de Scofield, pero sabe que una vida en continua huida la destruiría. El problema es que el destino arrastra a Sara hacia Mitchel”, comenta Sarah Wayne. Así concluye la segunda temporada, con dos de los protagonistas nuevamente en apuros y muchas incógnitas aún por resolver. ¿Conseguirá Sucre (Amaury Nolasco) casarse con su novia, Maricruz (Camille Guaty)? ¿Qué ocurrirá con C-Note (Benjamin Miles) y su familia? ¿Y qué será de Lincoln Burrows?, ¿se reunirá por fin con su hijo, L. J. (Marshall Allman). Todas las respuestas, en la tercera temporada, que se estrena en EE.UU. el próximo otoño y llegará a nuestro país el año que viene.

De nuevo en prisión
Eso sí, ya podemos adelantar que en la tercera entrega Michael deberá escaparse otra vez de una cárcel: una penitenciería de Panamá, muy distinta a la de Fox River, y donde la seguridad de los presos es prácticamente nula. Además, Paul Scheuring ya ha adelantado que habrá más y sorprendentes personajes. “Una de las señas de identidad de Prison Break es su capacidad para reinventarse, por eso la próxima temporada incorporaremos el papel de una misteriosa y atractiva mujer, que será tanto o más inteligente que Michael. ¡Un auténtico bombazo!”, confiesa. Su grabación ya está en marcha y, con un presupuesto cercano a los 2,6 millones de dólares por capítulo, espera seguir siendo líder de audiencia. “La serie terminará cuando el público lo decida”, concluye Scheuring.

-Mundy-